¿Tiene que gustarte el inmueble en el que inviertes?

Oportunidad de inversión inmobiliaria en España para latinoamericanos

La respuesta a esa pregunta puede sorprenderte.

Por un lado, no es del todo necesario que te guste la propiedad en la que inviertes.

Al fin y al cabo, tu prioridad es hacer una buena inversión que te genere beneficios.

Esto ha sido un tema de permanente debate entre inversionistas.

Hay quienes que con bastante razón argumentan que la inversión hay que hacerla con la cabeza y no con el corazón, que hay que desprenderse totalmente de emociones y apelar únicamente a los números .

Sin embargo, hay que considerar el valor intangible que tienen las propiedades inmobiliarias, que es su atractivo, lo que en definitiva lo hace más deseable.

Tiene que ver no sólo con su mérito arquitectónico o atractivo físico, ubicación o rentabilidad, sino también hay que descubrir el “carácter” de una propiedad.

Esto es difícil de determinar y más aún de explicar.

Es un olfato intuitivo que se va desarrollando con la práctica de analizar inmuebles para la inversión.

Si fuera sencillo cualquiera podría tener éxito en el resultado de una inversión y sabemos que esto sólo pasa en las películas.

Sin embargo, por otro lado, si no te gusta la propiedad en la que inviertes, puede afectar a tu motivación y pasión por la inversión.

Los beneficios de que te guste la propiedad en la que inviertes

Cuando te gusta la propiedad en la que inviertes, tiendes a sentir pasión, motivación e interés por ella.

Tienes ganas de trabajar en ella y mejorarla.

Esto no sólo hace que la inversión sea más agradable, sino que también te ayuda a mantenerte centrado y comprometido.

Que te guste la propiedad también puede facilitar su comercialización. 

Cuando te apasione la propiedad, se notará cuando la promociones ante posibles compradores o inquilinos.

Este entusiasmo puede ser contagioso, e incluso puede conducir a mejores acuerdos.

Los riesgos de que no te guste la propiedad en la que inviertes

Por otro lado, si no te gusta la propiedad en la que inviertes, es fácil perder la motivación y el interés por ella.

Puede que no dediques el esfuerzo necesario para rentabilizar la inversión.

Esta falta de motivación también puede afectar a tu capacidad para comercializar la propiedad con eficacia.

Además, que no te guste la propiedad también puede causar estrés e insatisfacción.

Puedes sentir que estás atrapado en la inversión y resentirte con ella, lo que puede afectar a tus finanzas y a tu vida personal.

Buscando el equilibrio

Entonces, ¿qué debes hacer? ¿Debes invertir sólo en propiedades que te gusten, o debes centrarte en hacer un inversión rentable independientemente de tus preferencias personales?

La respuesta está en encontrar un equilibrio.

Aunque no es necesario que te encante la propiedad en la que inviertes, es esencial que tampoco te desagrade.

Debes buscar una propiedad que cumpla tus criterios de inversión y que, al mismo tiempo, tenga características que la hagan adecuada a tus gustos.

Tambien es importante “escuchar” a tu intuición , allí puede esconderse el verdadero tesoro.

En definitiva, quieres invertir en una propiedad que se ajuste a tus objetivos de inversión y a tu personalidad.

Si encuentras un equilibrio entre estos dos factores, podrás hacer una inversión rentable de la que te sientas orgulloso y apasionado.

Conclusión

En resumen, ¿te tiene que gustar la propiedad en la que inviertes?

No es necesario, pero sin duda ayuda.

La pasión y la motivación hacen que cualquier inversión sea más agradable y más rentable.

Al mismo tiempo, que no te guste el inmueble puede comprometer el éxito de tu inversión y repercutir en tu vida personal.

Por tanto, esfuérzate por encontrar una propiedad que satisfaga tanto tus objetivos de inversión como tus gustos personales y estarás en camino de conseguir una inversión satisfactoria.

Agradezco tus comentarios y puedes compartirlo si crees que alguien más se puede beneficiar o interesar con este contenido.

Luis Emilio Vegas

Junio 2023